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Trabajador pernocta en obra del IMAC en espera de sueldos atrasados

Baltazar ha tenido que improvisar en la obra en remodelación del IMAC para sobrevivir.
Desde que los trabajos se detuvieron en septiembre por falta de pago, ha permanecido pernoctando en el interior de la obra, esperando a que el gobierno federal le pague lo que le debe por su labor como ayudante de albañil y, más recientemente, como velador.
Habilitó un espacio de la obra negra como dormitorio, donde también come lo que algunos amigos le llevan.
A diferencia de otros trabajadores que se marcharon tan pronto se detuvo la polémica obra de “remodelación del IMAC”, Baltazar confió en la promesa de pago que le han venido haciendo funcionarios de SEDATU y el ingeniero encargado de la obra.
Casi medio año después, sigue esperando su pago.
Aunque a veces quisiera buscar otro empleo, necesita cobrar el dinero que le deben por todo este tiempo que lo han estado engañando.
Hace dos semanas, autoridades municipales lo visitaron y se ofrecieron a gestionar ante el gobierno federal la liberación de recursos para su pago. Le tomaron sus datos y número de teléfono, y le ofrecieron llamarlo para informarle sobre los avances de la gestión, pero una vez más fue engañado.
La necesidad lo llevó a elaborar unas mesitas con bancas, que instaló en la explanada de la obra y renta a quienes deseen sentarse un rato en ellas para apreciar la vista al mar. La renta cuesta 50 pesos por hora.
Sin embargo, la medida no le ha resultado rentable, pues tan pronto los visitantes ven el letrero de renta, se quitan de las mesas y se sientan en el piso, para evitar pagar por usarlas.
Durante su estancia, que comparte con otros dos trabajadores que también esperan su pago, Baltazar ha hecho amistad con diversas personas y vecinos que, de vez en cuando, lo ayudan con alimentos.
Ahí pasó las celebraciones de navidad, año nuevo y recientemente su cumpleaños el pasado 31 de enero.
Ese día, un amigo lo llevó a comer pizza sin saber que era su cumpleaños, por lo que Baltazar se lo recordó y agradeció.
A la fecha, desconoce cuándo continuará la obra y si le pagarán lo que le deben, pero asegura que no se moverá de ahí hasta que le paguen el último centavo por su trabajo.