Rosarito
Paro nacional de mujeres, presión para abatir rezago en esclarecimiento de homicidios
Por Juan Pablo Sebastián
Mientras el movimiento “Un día sin nosotras” se replicó en los diversos estados del País con manifestaciones y paros de actividades en protesta contra la violencia de género, incluso algunos actos vandálicos, en Rosarito las mujeres se sumaron de diferentes formas.
Las empleadas de la Delegación del Gobierno del Estado pudieron gozar del día libre con goce de sueldo, salvo aquellas que decidieron voluntariamente acudir a trabajar.
En contraste, el Gobierno Municipal no les concedió este beneficio a las funcionarias y anunció que se les descontaría el día a quienes no acudieron a laborar.
Lejos de una sanción, la alcaldesa Araceli Brown Figueredo aclaró que esta disposición obedeció precisamente a la importancia de las mujeres en la operatividad del Ayuntamiento, a lo indispensable que son para un gobierno que depende en gran parte del trabajo de ellas.
Esto es porque de permitirles ausentarse ese día, se generarían otros problemas como el cierre de guarderías operadas por el Ayuntamiento, lo que afectaría a los hijos de mujeres empleadas de empresas privadas que no tuvieron el beneficio de ausentarse, pues todas las guarderías son manejadas por mujeres.
En lugar de darles el día, la alcaldesa Araceli Brown Figueredo, sostuvo una plática con mujeres funcionarias en la explanada del Palacio Municipal, donde compartieron experiencias y dialogaron sobre la importancia de la labor que realizan en todos los ámbitos de la sociedad.
En contraste, la mayor parte de las empresas privadas reconoció la labor de las mujeres, pero muy pocas les concedieron el día con goce de sueldo.
Muchas empresas y negocios se solidarizaron con ellas y les dieron la oportunidad de faltar si así lo deseaban, pero con descuento a su salario, por lo que la gran mayoría de las mujeres decidió acudir a trabajar.
Para representantes empresariales, el paro nacional reflejó como nunca el poder de la mujer en la sociedad mexicana y su hartazgo hacia la violencia.
Pese a los actos vandálicos e impúdicos que algunos grupos feministas realizaron en diversas ciudades, consideraron que el movimiento abrió una brecha para exigir a las autoridades de prevención y de procuración de justicia, retomar su posición como autoridades y brindar resultados en el esclarecimiento no solo de los feminicidios, sino de los homicidios en general que afectan en gran medida también a los hombres, pues por cada feminicidio, hay cientos de asesinatos de hombres que las autoridades no logran esclarecer.