Rosarito
Es la planta tratadora Punta de Bandera la principal responsable de contaminar el mar
Por Juan Pablo Sebastián
La planta tratadora de aguas negras de Punta Bandera es la principal emisora de contaminación al mar en la zona costa, debido a una serie de fallas sistemáticas y daños que dificultan su correcta operación.
Pese a que en Rosarito existen otras plantas tratadoras que recogen las aguas negras de fraccionamientos y colonias de Tijuana, además de las aguas de Rosarito, al momento todas están funcionando correctamente y solo la planta de Punta Bandera es la que tiene problemas de operación.
Fuentes oficiales de la CESPT detallaron que la planta de Punta Bandera solamente recoge aguas negras de Tijuana, por lo que sin duda la metropolización y cercanía con Tijuana, convierte a Rosarito en blanco del impacto ambiental de la mega urbe.
La planta Punta Bandera inició operaciones en 1988 para tratar el agua residual antes de ser descargada al mar.
Hoy el sistema se encuentra obsoleto y rebasado por el crecimiento exponencial de la ciudad, la falta de inversión para modernizar y mantener esta y otras plantas tratadoras en correcta operación.
Las descargas clandestinas por los arroyos y viejas tuberías colapsadas han agravado el deterioro de estos sistemas.
En 2022, el Fay Crevoshay, de la organización norteamericana Costa Salvaje (Wild Coast), dijo que tras una visita a la planta, detectó que sólo estaban funcionando tres de las 75 vías de tratamiento, que prácticamente no se estaba limpiando, “sólo le ponen un poco de cloro y las echan al Océano Pacífico ahí en Punta Bandera. Se tiran como mil 700 litros por segundo, es un río de caca”, denunció.
Agregó que el problema se ha agravado con el paso de los años, dañando el ecosistema marítimo de la costa de Baja California, y cuando la corriente es fuerte de sur a norte, traspasa la frontera y llega hasta las playas de Coronado en San Diego, California.
“El 95% de los cierres de las playas en San Diego es por los escurrimientos de las aguas negras en el Río Tijuana y Punta Bandera”, dijo.
En su momento, la CESPT informó que las fallas en la planta Punta Bandera se debían a que “no fue diseñada para condiciones de agua residual tan concentrada como está ahora”.
Desde ese entonces se vienen realizando licitaciones públicas para rehabilitar la planta pero de desconocen los avances.
Por el lado de la contaminación en el cañón Rosarito, la Asociación de Agricultores y Ganaderos del Cañón Rosarito ha venido denunciando con pruebas de laboratorio los derrames de aguas negras que vierten fraccionamientos asentados en Tijuana, principalmente por el lado del bulevar 2000.
Aunque las denuncias han logrado frenar por momentos la contaminación, se desconoce si el problema se terminó.
Actualmente se observan escurrimientos espumosos que llegan hacia el arroyo Rosarito, lo que según expertos, indican que se trata de presencia de jabón de aguas debidamente tratadas.
Respecto a la planta Huahuatay que por mucho tiempo estuvo inoperante debido a fallas, actualmente se encuentra trabajando normalmente, según informó personal de la CESPT.
Los derrames tanto en el cañón Rosarito como en el arroyo Huahuatay, son de aguas tratadas y no representan mayor riesgo para el medio ambiente, no así las aguas de la planta Punta Bandera que sigue siendo el dolor de cabeza de las autoridades.