Rosarito
Mal clima, percepción de inseguridad y amenaza de cierre de la frontera, principales inhibidores de turismo
Por Juan Pablo Sebastián
Pese a que la ocupación hotelera sigue manteniéndose con buenos números, algunos sectores turísticos viven un momento difícil por la combinación de varios factores que inhiben la llegada de turismo.
Para el sector gastronómico y recreativo (balnearios y complejos turísticos) el mal clima ha sido hasta ahora el principal inhibidor, pues el éxito de sus negocios depende en gran medida del sol y el calor.
Mónica Salceda, encargada de administración del balneario El Palmar Paradise, señaló que este año han sufrido como nunca la baja de turismo, principalmente por los días nublados que han predominado a lo largo del verano.
Al igual que restaurantes de mariscos, la afluencia de visitantes ha estado supeditada a las condiciones del clima, de ahí que en los días soleados luzcan llenos y a los días siguientes prácticamente vacíos.
“Hemos tenido cancelaciones de clientes por el mal clima. Esos días nublados, con neblina, nos han afectado mucho. Han sido demasiados los días con mal clima, que nos ha tomado por sorpresa, cuando los clientes llegan pero al rato se nubla y se tienen que retirar.
Nuestros negocios dependen principalmente del sol y el calor, pero cuando no hay, la gente no viene, porque los días no están para disfrutar, y eso nos ha venido afectando en todo el verano, porque hemos tenido muy pocos días con sol y calor”, dijo la administradora de El Palmar Paradise.
El problema se torna más grave cuando el mal clima se combina con otros inhibidores, como la percepción de inseguridad, el miedo de los norteamericanos al cierre de la frontera para regresar a su país y las extorsiones policíacas.
Testimonios de clientes de El Palmar, recabados por personal de administración, indican que los norteamericanos aún toman precauciones ante la amenaza del cierre de la frontera y las largas filas en la línea fronteriza.
“Como algunos de nuestros clientes son americanos, nos han dicho que tienen miedo de que les cierren la frontera o de que tarden hasta cuatro horas haciendo fila para regresar a su país”, indicó Mónica Salceda.
Sin duda, dijo que la inseguridad y las extorsiones policíacas también inhiben la llegada del turismo, incluso de parte de policías federales que se instalan en ciertos puntos de la carretera de cuota para esperar “clientes” extranjeros.
“Hay una campaña muy fuerte en Estados Unidos en contra de México, donde hacen ver que somos un país de narcotráfico y de mucha inseguridad, que aquí matan en cada esquina. Hay muchas noticias violentas que se difunden allá y eso nos está afectando”, agregó la administradora.
Consideró que es necesario que las autoridades contrarresten toda esta información negativa y también pongan orden en casa, procurando que las autoridades y corporaciones policíacas dejen de abusar de los turistas y en lugar de eso les garanticen una estancia segura y placentera.