Rosarito
Trasciende humanismo de joven rosaritense en Liberia, África
Por Juan Pablo Sebastián
“Todo comenzó cuando Charlene Espinoza se unió como voluntaria al Cuerpo de Paz en 2011, sirviendo como maestra de inglés en la zona rural de Salala, Liberia, donde vio de primera mano los desafíos que las mujeres y las niñas enfrentan a diario”.
Es la entrada de la página de la Fundación Bosh Bosh que la joven rosaritense, hija de los madrugadores Charly y Rosalba Espinoza, creó en aquel país africano devastado por una guerra civil de 14 años, con el fin de desarrollar las habilidades de costura de las mujeres para que puedan desarrollar y vender productos de telas y obtener ganancias que les permitan volverse independientes.
A varios años de haber emprendido este proyecto humanista llamado Bosh Bosh, miles de niñas liberianas han cambiado radicalmente su vida y la empresa continúa creciendo luego de la apertura de la sede en Monrovia, la capital de Liberia.
Once años después del final de la guerra, la recuperación ha sido un proceso lento y los efectos destructivos de la guerra todavía están repercutiendo en todo el País. Dos de los mayores problemas que obstaculizan la recuperación de Liberia son la falta de educación y la extrema pobreza.
Bosh Bosh se ha convertido en la esperanza de muchas niñas que luchan por salir adelante y cambiar radicalmente su situación de pobreza y educación.
Charlene Michelle Espinoza estuvo de invitada con el grupo Madrugadores el miércoles 7 de marzo para hablar sobre este trascendental proyecto humanista que la llevó a ser reconocida por el ex Presidente de Estados Unidos Barack Obama.
Cargada de energía y con la exitosa experiencia que adquirió en Liberia, hoy analiza la posibilidad de crear un proyecto similar en Rosarito para beneficiar a los grupos vulnerables y ser parte del desarrollo de la que considera su ciudad de arraigo.