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Ropa usada un riesgo para la salud: IMSS
Comprar ropa usada o en comercios informales representa un riesgo para la salud, ya que las prendas pueden estar infestadas de ácaros, piojos o contener algún tipo de químico e incluso bacterias si se trata de ropa interior, mismas que al tener contacto con la piel provocan dermatitis, tiña, sarna y gonorrea.
Tras advertir lo anterior, el doctor Octavio Castro del IMSS, advirtió que las prendas de segundo uso, puede provenir centros de desecho, asilos, morgues y hasta panteones, y representan un riesgo para la salud.
Indicó que la primera recomendación es evitar, en lo posible, la adquisición de este tipo de prendas. En caso de hacerlo se deben tomar las siguientes medidas: lavarlas con jabón y agua, ya sea a mano o en lavadora. En el caso de chamarras, algunos expertos recomiendan depositarlas en una bolsa de plástico cerrada durante dos semanas, para eliminar piojos y ácaros; misma situación para los zapatos, que se deben dejar expuestos al sol.
Explicó que no se recomienda adquirir por ningún motivo, ropa interior en comercios no establecidos, ya que las medidas de higiene podrían no ser suficientes y provocar gonorrea, “una enfermedad crónica difícil de diagnosticar. En personas jóvenes es causa de dificultad para procrear por la severa inflamación que provoca en el aparato reproductor, precisó.
La ropa de paca, abundó el doctor Castro, también puede estar infestada de ácaros que provocan sarna, cuya transmisión es rápida y frecuente, sobretodo en condiciones de hacinamiento, precariedad o de contacto estrecho.
Explicó que la sarna se caracteriza por la presencia de lesiones rojas en la piel, sobre todo entre los dedos, brazos, tronco, en genitales y mamas; provoca mucha comezón y se puede complicar porque con ese rascado constante y frecuente, sin lavado de manos, causa infecciones bacterianas secundarias que ocasionan malestar general y fiebre.
Asimismo, apuntó que no toda la ropa de paca es de segundo uso; el problema radica en que puede estar tratada con químicos y afectar la piel en personas susceptibles o con dermatitis; causar dermatitis de contacto (salpullido) en la parte del cuerpo que la ropa o químicos estuvieron en contacto.