Rosarito
Monopolio de transporte amenaza con desaparecer taxis de ruta de Primo Tapia
Por Juan Pablo Sebastián
El monopolio del transporte público de Rosarito ha puesto en riesgo a los gremios más pequeños que no tienen la fortaleza económica para competirle.
El gremio de taxis de ruta de Primo Tapia que hace sitio en Palacio Municipal es uno de ellos.
Desde que las calafias de la empresa V Municipio obtuvieron autorización para llegar a la parte alta de Primo Tapia, la actividad de estos últimos se vino en declive, pues como era de esperarse, las calafias comenzaron a quitarle el pasaje.
Cabe señalar que antes de esta disposición las calafias no tenían permitido llegar a la parte alta. Se quedaban en la carretera libre de Primo Tapia donde hacían sitio y de ahí regresaban a Rosarito.
Los únicos que tenían autorizado llegar hasta la parte alta eran los taxis de ruta.
Hace unos meses, las calafias comenzaron a llegar hasta la parte alta, compitiéndoles desproporcionalmente a los taxis, al grado de que estos últimos circulaban prácticamente vacíos.
Más allá de la competencia por la ruta, los choferes de taxis consideran que el problema se genera por los tiempos de salida tan cortos que tienen las calafias y, principalmente, porque los choferes no los respetan, pues se pasan altos y rebasan a los taxis de ruta, sabiéndose intocables por la Dirección de Tránsito del actual gobierno municipal.
“El problema es que salen cada cuatro minutos y no respetan sus tiempos. Cuando salimos nosotros, llevamos a una calafia adelante y otra atrás, que nos van ganando todo el pasaje, nos dejan sin nada. Y como nadie hace nada, pues los choferes su burlan de nosotros”, dijo uno de los afectados, quien pidió a la alcaldesa Araceli Brown Figueredo atender esta problemática y exigir a la Dirección de Transportes que regule y supervise los tiempos de salida de las calafias.
En las últimas semanas, el sitio de taxis frente a Palacio Municipal ha lucido vacío en ciertos periodos de tiempo, debido a que muchos choferes han caído en el desánimo, sabiendo que no tienen la fortaleza económica para competirle al monopolio del transporte público de Rosarito, afectando finalmente a los ciudadanos que estaban acostumbrados a tomar el taxi frente al Palacio Municipal.