Rosarito
“Con puras despensas no sobrevivimos a la cuarentena”: Vendedores de la playa
Por Juan Pablo Sebastián
Molestos con la alcaldesa Araceli Brown Figueredo quedaron comerciantes de la playa tras la reunión que sostuvieron con ella el pasado sábado 28 de marzo en la zona Barbachano, donde lo único que les ofreció para pasar la cuarentena fueron despensas.
Tras la restricción del acceso a las playas desde el pasado fin de semana, los comerciantes solicitaron una reunión con la Alcaldesa para solicitarle apoyos económicos ante la crisis o, en su defecto, permiso para continuar vendiendo.
Los comerciantes le pidieron préstamos en efectivo que les permitan sobrellevar sus gastos cotidianos durante la cuarentena y comenzar a pagarlos una vez reestablecida su actividad comercial.
Sin embargo, la respuesta de la alcaldesa Araceli Brown fue negativa, pues dijo que el Ayuntamiento no dispone de dinero para solventar la crisis.
Respecto al cierre de las playas, aclaró que tampoco habrá flexibilidad ni dará reversa en la restricción, hasta que lo indiquen las autoridades de salud.
Lo único que les ofreció para pasar la cuarentena, son despensas de alimentos básicos, aunque no dijo cada cuánto tiempo.
“No nos ofreció alternativas, solo dijo que no hay dinero para préstamos y que tampoco va a abrir las playas, que nos encerremos en nuestras casas hasta que pase la cuarentena”, dijo una vendedora.
Esta postura dejó a los comerciantes con una percepción de insensibilidad y desconocimiento de la alcaldesa Araceli Brown respecto a la actividad comercial de los vendedores, pues aclararon que “con despensas raquíticas una familia de cinco o seis miembros no puede sobrevivir a la cuarentena”.
“Ella no sabe cómo le vamos a hacer para darles de comer a nuestros hijos. Yo tengo cuatro hijos adolescentes que comen mucho y necesitan otras cosas, no solo alimento. Ocupamos dinero para todo, no podemos vivir solo de despensas”, sostuvo la denunciante.
Sin ningún acuerdo de por medio, los comerciantes advirtieron que aunque no podrán bajar a la playa, continuarán ofreciendo sus productos en la zona Barbachano a los pocos visitantes que llegan esporádicamente y de manera aislada.
Lo peor de todo, es que la Alcaldesa no les dio una fecha estimada en que terminarán las restricciones.