Rosarito
¿Cómo quedamos con la planta desaladora?
Originalmente la planta desalinizadora de agua de mar era un proyecto de una empresa extranjera, que empezó a venir a Rosarito durante el Cuarto Ayuntamiento, recordó Hugo Torres Chabert (quien era el presidente municipal en ese momento), que tenía interés en desalar el agua que ya la planta termoeléctrica de la CFE utiliza para enfriar sus turbinas, por lo que esa agua de mar ya esta caliente, lo cual favorecía la instalación de la desaladora.
El ayuntamiento en funciones en ese entonces, apoyó a los inversionistas y los orientó para obtener los terrenos propiedad del ejido Mazatlán, y los adquirieron para hacer la obra.
La obra no representaba ningún costo para los ciudadanos, ya que era una inversión extranjera, una inversión total para desalar el agua y vendérsela al distrito de agua de Otay en California, con el objetivo de cubrir las necesidades de agua que hay en esa parte del sur de California.
La desaladora también apoyaría a la CESPT, vendiéndole una parte mínima de su producción de agua potable, ya que la mayoría iba a ser exportada, ellos pondrían todo el dinero y se llevaban la utilidad de la generación de la desalación del agua.
Al final, el proyecto resultó muy diferente, lo que aprobó el Gobierno del Estado y el Congreso fue otra cosa, y ahora resulta que ya subieron el costo del agua un 16%, aunque todavía no se ha empezado a desalar.
Por otro lado, también se nos ha hecho notar que el proyecto aprobado va a endeudar a los bajacalifornianos con ochenta cinco mil millones de pesos pagaderos durante 37 años, lo cual es una cantidad de dinero totalmente extraña, que no va en proporción al mínimo beneficio que obtendríamos los consumidores del agua.
Nos gustaría que alguien nos explique primero si la facturación del agua la va a hacer la empresa desaladora, y cómo se puede garantizar que el proyecto sea revisado a fondo y que las tarifas no redunden en un perjuicio extremo al consumidor de Baja California.
Aún falta la explicación de ¿por qué se hizo la inversión de esa forma?, que como ciudadanos no le encontramos sentido honesto.