Rosarito
Roban por segunda ocasión clínica móvil a médico veterinario
Por Juan Pablo Sebastián
A tres semanas de haber sido víctima del robo de su unidad vehicular que utiliza como clínica móvil, el veterinario Miguel Ángel Cuadras nuevamente sufrió el robo de su vehículo.
La primera vez logró recuperarlo pero sin el equipo quirúrgico con el que estaba habilitado.
Esta vez no tiene esperanza de volver a ver su unidad andando.
A través de redes sociales, el reconocido veterinario pidió el apoyo de la comunidad para recuperar lo único que le quedaba del robo anterior: su pick up.
En aquella ocasión, con el apoyo de la comunidad, encontró su unidad intacta, pero sin el costoso equipo quirúrgico.
Los delincuentes le robaron el ultrasonido con 3 transductores, equipo completo para balance dental equino, generador de rayos x, digitalizador, entre otros aparatos médicos de diagnóstico.
“De nuevo, si por pura casualidad ven mi pick up Silverado blanca, cabina extendida 2500 HD, modelo 2006, con placas ZJB879D, se los voy a agradecer grandemente.
También para aquellos que hicieron tan vil agresión, pónganse en contacto conmigo por inbox para efectos de pago para que me la regresen antes de que se pierdan mis pertenencias y la integridad de mi clínica móvil, ya que es mi único modus vivendus”, solicitó desesperadamente el médico veterinario.
En las últimas fechas, el robo de vehículo se ha disparado en todo Rosarito, incluyendo en aquellos sitios que se supone cuentan con vigilancia, como el Pabellón Rosarito y los casinos, cuyos dueños evaden toda responsabilidad a pesar de que los clientes pagan por el estacionamiento.
En una de las formas de operar, los delincuentes se presentaban en las cajas diciendo que el ticket se les perdió y compraban uno nuevo, con el que podían sacar del estacionamiento el vehículo robado.
En otra forma de robo, las víctimas refieren que los delincuentes pagan el ticket de estacionamiento pero no ingresan. Aprovechan el tiempo que la pluma permanece arriba para retroceder siempre que no tengan vehículo atrás. Luego ubican a su víctima y salen del estacionamiento con el ticket que compraron.
Afectados señalaron que estas prácticas pueden ser detectadas oportunamente gracias a los “monitoreos” de las cámaras de vigilancia, pero en muchos casos los administradores de los centros comerciales se niegan a cooperar con las víctimas.
