Policiaca
Regresan los homicidios, matan a dos hombres
Por Juan Pablo Sebastián
Luego de casi un mes sin homicidios, la noche del lunes 14 de mayo un sujeto fue hallado asesinado en la calle Culiacán de la colonia Lucio Blanco, cerca de la cancha El “Profe”.
El sujeto tenía los pantalones abajo y huellas de violencia.
Las autoridades informaron que murió por estrangulamiento.
En un principio se dijo que había sido torturado en los genitales, pero posteriormente se aclaró que no fue así, sólo que tenía implantes en el pene.
Matan a empleado de taller de motos en bulevar Popotla
El segundo homicidio se registró minutos antes de la una de la tarde, del miércoles 16 de mayo sobre el bulevar Popotla frente a un taller de reparación de motos.
En ese lugar fue atacado a balazos un hombre de 30 años de edad, por sujetos que viajaban a bordo de un vehículo, presuntamente una camioneta Tacoma color blanco.
De acuerdo con testigos, los asesinos se aproximaron al negocio y se detuvieron frente a la víctima cuando estaba parada en la vía pública, junto con otro empleado del negocio.
Sin bajarse de la unidad, los delincuentes dispararon en varias ocasiones hasta que cayó al suelo, para luego apelar a la fuga sobre la misma dirección de sur a norte.
El ataque causó miedo y conmoción entre los comerciantes y turistas que se encontraban en el lugar en ese momento.
Una familia norteamericana se acercó al joven lesionado para tratar de auxiliarlo, pero cuando vio que estaba agonizando, comenzó a llorar y a hacer oración.
Paramédicos de la Cruz Roja acudieron para brindarle los primeros auxilios y luego lo trasladaron al Hospital General donde murió.
Pese a que algunos comerciantes artesanales brindaron opiniones positivas sobre la reputación del occiso, a las autoridades les pareció extraño que los familiares se hayan negado a dar información del joven o incluso dar información falsa.
El nombre con el que se inició la investigación fue el de José Eugenio “N” de 30 años de edad.
En un principio su compañero y testigo de los hechos dijo que el occiso era el dueño del taller y posteriormente señaló que sólo era empleado.
“Nunca se metió en problemas con nadie. Siempre lo veíamos trabajando, con las manos sucias por su trabajo, nunca le conocimos que anduviera haciendo algo malo, aquí se la pasaba todo el día trabajando en el taller”, dijo un comerciante de artesanías.