Rosarito
Intimidan y demeritan imagen turística, pedigüeños y vendedores
Por Delia Ruelas
El comercio ambulante sigue proliferando en el primer cuadro de la ciudad y con ello el detrimento de la imagen de la zona turística, problema que se ha salido de control durante este verano.
Ya no solamente son puestos que invaden las banquetas, ahora son personas que cargan consigo diferente mercancía desde golosinas, repostería, artesanías, artículos personales y joyería de fantasía, quienes sin importarles se introducen a los restaurantes o negocios pequeños a ofrecer sus productos a la clientela, incluso a pedir dadivas, causando molestia entre los comensales o clientes.
Como en cada verano muchos niños son expuestos por sus padres o tutores a vender golosinas entre las calles y establecimiento comerciales, o simplemente a pedir dinero a cada transeúnte que pasa a su lado, sin embargo, ahora también son adultos jóvenes quienes “corretean” a los turistas para ofrecerles algún producto o solicitándoles dádivas.
Entre los mismos comerciantes se alertan sobre pedigüeños que se han metido hasta la cocina de sus restaurantes para exigir comida, como sucedió el domingo 29 de julio en una reconocida marisquería de la zona turística. Entre estos destacan algunos de origen norteamericano.
Al respecto Enrique Muñoz, titular de la Dirección de Inspección, Verificación y Ordenamiento de Vías Públicas, informó que durante el último fin de semana de julio, se realizaron guardias en la zona turística, retirando del lugar a mujeres provenientes del interior de la república quienes se dedican a pedir dinero por las calles, en compañía de sus hijos.
Agregó que durante el primer fin de semana de agosto se busca realizar un operativo en coordinación con el Dif Municipal para detectar a menores de edad que sean puestos a trabajar en las calles o bien, a pedir dinero a los transeúntes.