Rosarito
Coordinadora de programas de vacunación: Proteger a los adultos mayores me llena de satisfacción
Por Juan Pablo Sebastián
Más allá de su nombramiento como Delegada Regional de los programas de Bienestar Social en Rosarito y Tecate, Angélica Hernández Macías se considera “servidora de la nación”.
Ella ha sido uno de los pilares de los programas de vacunación anticovid-19 que se han llevado a cabo en Rosarito.
No se ha vacunado porque no tiene la edad, pero la satisfacción de poder servir a su comunidad la llevó a correr el riesgo y trabajar intensamente para proteger por lo pronto a los adultos mayores.
Desde que inició la primera etapa de vacunación, Angélica ha sido pieza fundamental para que este programa se desarrolle exitosamente.
Ha cargado con incidentes de todo tipo, algunas quejas ciudadanas y hasta la desesperación de personas que llegan pidiendo ser vacunadas pese a que no reúnen el rango de edad de adultos mayores.
Pero esta carga de trabajo lejos de restarle ánimos y energía, la han motivado para seguir adelante y cumplir su misión de servir a la comunidad.
“Me siento muy orgullosa de poder servir a la comunidad. Los dos primeros días de vacunación la verdad que fue un trabajo muy pesado, con filas enormes de adultos mayores, jornadas súper cansadas, que iniciaban desde las 5 o 6 de la mañana que llegábamos a los puntos de vacunación, hasta las 8 o 9 de la noche.
La verdad que a pesar de que me sentía cansada, no me quería ir, por esa emoción que sentía de poder servir y proteger a los demás. Ser parte de esta labor me llena de satisfacción y emoción. Mucha gente me preguntaba ¿No te da miedo? Yo les contestaba que no, porque soy una persona que cree que cada quien trae su propio libro de la vida y el día que nuestro superior todopoderoso nos dice hasta aquí se terminó tu página, pues es día nos toca….”
Algo que sí hizo para protegerse y proteger a los demás fue cumplir al pie de la letra las medidas de prevención, que le han servido para mantenerse trabajando en perfecto estado de salud.
Los principales incidentes que le ha tocado vivir es con las personas que llegan desesperadas a pedir que las vacunaran, pero no tienen la edad requerida, las cuales han sido rechazadas debido a que tenían que cumplir con el programa nacional de vacunación.
“Nosotros tenemos la responsabilidad de dar cuentas allá en México de cuántas vacunas nos llegaron y a quién se las aplicamos. Es por eso que la primera dosis fue muy tardado. La primera vez se hicieron las filas enormes, porque nosotros teníamos la indicación de llenar un formato con toda la información del ciudadano. Toda vacuna debe estar documentada y tenemos que respetar las indicaciones”, sostuvo la servidora de la nación.