Rosarito
Ahogados en deudas y gastos de nómina comercios de Rosarito

Por Juan Pablo Sebastián
Ahogados en deudas y gastos de nómina se encuentran comercios de Rosarito en plena alerta máxima por la emergencia sanitaria.
A más de tres meses de haber cerrado sus puertas o restringido su operación, los comercios no esenciales son los más afectados por la crisis, pues han tenido que soportar los gastos de renta y nómina sin prácticamente ningún ingreso.
La agonía se alarga para aquellos que intentan sobrevivir a la carga económica, pues hasta ahora no visualizan una esperanza inmediata de reactivación económica.
Otros más se dieron por vencidos en las últimas semanas y decidieron cerrar sus puertas.
Varios de estos comercios estaban ubicados en el bulevar Guerrero.
Para algunos de ellos el pago de renta fue lo más difícil de soportar, pues aunque hubo un decreto gubernamental para flexibilizar el pago, no los eximió de la obligación de cubrir este gasto, solo les dio la oportunidad de aplazarlo.
Los impuestos y los gastos en materia prima también se suman a la carga económica de los comercios y terminaron por colapsar sus finanzas hasta declararse en quiebra.
En el Pabellón Rosarito y en el bulevar Juárez los comercios lucen vacíos. Algunos no esenciales implementaron trucos para seguir operando disfrazándose de esenciales, como una florería del bulevar Benito Juárez que permanece abierta porque el propietario se puso a vender frutas afuera.
Otros más como algunas estéticas operan discretamente por citas, mientras que algunos comercios semifijos de alimentos se arriesgan a vender en la calle sin ninguna restricción.
Para los restaurantes del Pabellón Rosarito el servicio para llevar no ha sido la alternativa que esperaban y pese a que han insistido en la apertura de por lo menos el 30% de su capacidad, hasta ahora las autoridades han rechazado la petición.