Rosarito
Rosarito y su área de influencia
Por Juan Pablo Sebastián
Como un elemento más que confirma los límites actuales de Rosarito, el ex alcalde Hugo Torres Chabert recordó la propuesta que hizo entre los años 1994-1995 (previos a la municipalización) de incluir como territorio de Playas de Rosarito el área de influencia con los residentes de la zona costa y servidores turísticos establecidos en La Salina y una parte de Playas de Tijuana.
Aunque el Congreso rechazó la propuesta y solo concedió el territorio que ya ocupaba la entonces Delegación de Playas de Rosarito que se pretendía independizar de Tijuana, se ratificó como límite sur el arroyo La Misión establecido desde 1947, mismo que Ensenada nunca objetó y Tijuana aceptó.
“Cuando estábamos próximos a lograr la municipalización de Rosarito, surgió en el Congreso y en la Alcaldía de Tijuana, el interés de conocer qué área pretendíamos municipalizar.
En mi calidad de empresario turístico y con motivos de lograr el mejor resultado de un nuevo organismo municipal en el Estado, mi propuesta fue que se incluyera nuestra área de influencia con los residentes de la zona costa y los servidores turísticos establecidos en la misma”, sostuvo.
Esta propuesta la hizo teniendo conocimiento de los servicios como bomberos y salvavidas que la Delegación de Playas Rosarito brindaba a toda esa zona de influencia, aportando equipo, personal y presupuesto de Rosarito como Delegación.
“Entonces, el interés era que llegáramos hasta la altura de La Salina por la costa, donde ya hay desarrollos inmobiliarios; y en el caso del norte, irnos hasta Playas de Tijuana sin incluir Playas, que quedaría como parte de Tijuana.
Cuando lo plantee la propuesta, no estuvieron de acuerdo, no quisieron que se definiera el nuevo municipio con el área de influencia porque nos consideraban expansionistas y creían que les íbamos a reducir notablemente sus ingresos y su efectividad de atención a los turistas también”.
El Congreso rechazó la propuesta y les solicitó abstenerse de solicitar más allá del área que ya ocupaba la Delegación Municipal de Rosarito. Y con esa condición decidieron solicitar la municipalización del territorio ocupado.
“Eso fue lo que llevamos a cabo en los planos, y estableciendo que Ensenada se excluyó totalmente, quedó como límite el que estaba desde 1947 fijado en el arroyo de La Misión y ahí no hubo discusión ni aclaración. Ensenada estuvo de acuerdo totalmente porque no les afectaba ni un centímetro de sus límites, quedaba con el mismo que ha tenido a través de los años”.
Y en lo que se refiere a Tijuana, dijo que se hizo un ajuste con el objeto de que algunas de las parcelas y fraccionamientos ya establecidos por Rosarito, quedaran completos y se incluyeran en el municipio con más territorio, pero este ejercicio se llevó a cabo una vez municipalizado Rosarito, con la cooperación del entonces Alcalde de Tijuana José Guadalupe Osuna Millán.
“Todos los planes de desarrollo de Tijuana se modificaron para excluir lo que era la Delegación de Rosarito y se hicieron nuevos en donde se descontó el área de la municipalización, pero en el caso de Ensenada, los planes de desarrollo no se cambiaron en absoluto, porque existían los planes de desarrollo de Ensenada registrados ante el Congreso desde su inicio como Municipio y que nunca llegaban al norte del arroyo La Misión, así que no había más dudas. Se hizo la municipalización. Se publicó. No hubo ninguna objeción. Ya una vez que el Congreso aprobó, no se objetó nada. Desde luego Tijuana ya había aceptado y Ensenada ni siquiera se preocupó en objetarlo porque estábamos fuera de su territorio”, concluyó Hugo Torres.