Rosarito
Proyección internacional y derrama económica, deja el Baja Beach Fest 2025

Proyección internacional y una derrama económica estimada en millones de dólares, es lo que dejó la edición 2025 del Baja Beach Fest, el festival urbano de reguetón y música urbana más importante de Norteamérica.
A 8 años de su lanzamiento, el Baja Beach Fest se consolida como un referente internacional de música urbana y cultura latina, que atrae miles de visitantes de todo el mundo y hace brillar Rosarito con su escenario de playa.
Un análisis detallado elaborado con reportes de diferentes medios de comunicación local, nacional e internacional, hablan del impacto económico y el crecimiento que ha tenido el Baja Beach Fest desde su lanzamiento en 2018.
El festival paso de reunir 15000 personas en 2018, a reunir más de 30 mil en los años siguientes.
Plataformas y medios locales, nacionales y extranjeros, proyectaron a Rosarito con el éxito del Baja Beach Fest, consolidándolo como el recinto musical más importante de la región.
“Esta edición no solo llenó nuestras playas de música, ritmo y color, sino que reafirmó el lugar de Rosarito en el mapa internacional como un destino vibrante, seguro y lleno de vida”, informaron diferentes medios de comunicación y personalidades del sector turístico.
Otras personalidades consideran al Baja Beach Fest como la plataforma de promoción más exitosa de Rosarito, que llega a millones de personas en todo el mundo a través de la música.
Los números que ha dejado el Baja Beach Fest a lo largo de los años, reflejan la importancia de este evento en el desarrollo turístico, con ocupaciones hoteleras al cien por ciento y derrama económica para los diferentes sectores turísticos.
Las estimaciones indican una derrama de 50 millones de dólares en sectores clave como hospedaje, alimentos, transporte, entretenimiento y demás.
Durante las fechas del festival, la ocupación en Playas de Rosarito llega prácticamente al 100% cada año, saturando también opciones cercanas como condominios, Airbnb e incluso hoteles en Tijuana y otras ciudades aledañas.
En 2025, previo al evento ya se tenía 85% de ocupación reservada y llegó al 100% durante el desarrollo de los conciertos.
Los beneficios se distribuyen en hoteles y rentas vacacionales, transporte público, servicios de viaje, alimentos y bebidas, entretenimiento y comercio turístico (souvenirs, tiendas, vendedores ambulantes).
Cadenas locales han reportado ingresos récord en los fines de semana del festival.
Comerciantes turísticos señalaron que la venta de alcohol y alimentos fue el principal consumo de los asistentes, tanto en restaurantes como en negocios de comida callejera.
En transporte, además del arribo de vehículos particulares que saturan vialidades, muchos asistentes utilizan plataformas como Uber o Didi para trasladarse desde la frontera o Tijuana, así como para desplazarse locamente.
Otros sectores beneficiados incluyen servicios turísticos como tours adicionales a lugares cercanos como el Valle de Guadalupe o Ensenada, venta de productos locales como artesanías o ropa de playa) y servicios diversos.
Tomando en cuenta estos números, el Baja Beach Fest es considerado “el evento que más derrama económica genera para Baja California”. Se calcula que en ediciones recientes la derrama total de 50 millones de dólares se reparte principalmente en hospedaje y gastronomía.
Si bien el Baja Beach Fest trae importantes beneficios, no ha estado exento de controversias y consecuencias negativas.
Vecinos se han inconformado con el alto nivel de ruido que se mantiene hasta altas horas de la noche durante los días del evento.
Pese a que el Ayuntamiento restringe el acceso a la vialidad principal de la ciudad y habilitas vías alternas durante los días del festival, las molestias por el congestionamiento vial se resienten.
La llegada de decenas de miles de jóvenes deja inevitablemente contaminación y basura en grandes cantidades, entre botellas, vasos, restos de comida y otros desechos dejados en la arena.
Cada año se reportan casos de fogatas ilegales y hasta excremento de caballos (por paseos ecuestres turísticos) contaminando la playa.
Si bien tras el festival se realiza un operativo intensivo de limpieza, ambientalistas locales han llamado la atención sobre el impacto ecológico en la franja costera y el mar, principalmente por la basura pequeña difícil de erradicar, como residuos plásticos, colillas de cigarro y demás.
El festival y el Ayuntamiento han respondido contratando cuadrillas adicionales de limpieza y lanzando campañas de concientización, pero el problema persiste cada año debido a la gran concentración de gente.
El desorden del ambulantaje es otra problemática que deja el Baja Beach Fest.
Cada año, comerciantes establecidos se quejan de la proliferación de vendedores ambulantes durante el festival, con venta informal de bebidas, comida o souvenirs sin permiso en la zona turística, lo cual representa para ellos una competencia desleal que genera desorden.
El reglamento de ambulantaje ha sido imposible de hacer cumplir a la fecha.
Las autoridades han prometido más control, pero en la práctica durante el evento es común ver muchos vendedores informales aprovechando la concentración de visitantes, lo que se ha convertido en tema de debate entre el gobierno y los comerciantes organizados de Rosarito.
El Ayuntamiento de Playas de Rosarito y el gobierno de Baja California han brindado apoyos como la reducción de impuestos y derechos al festival.
Por ejemplo: En 2025 la alcaldesa presentó al Cabildo la solicitud de condonar 50% de los derechos municipales del evento, reconociendo su importancia.
Hasta ahora, los promotores del evento junto a sus aliados locales y el apoyo gubernamental, han logrado construir y sostener el festival, sorteando retos como la pandemia y la inseguridad, adaptándose a las tendencias.
El Baja Beach Fest (2018–2025) ha pasado de ser una idea ambiciosa a una realidad impactante para la economía y proyección de Rosarito.
“El Baja Beach Fest es más que una fiesta: es un motor de turismo y desarrollo” para Playas de Rosarito”, declaran analistas.
Mirando el comparativo 2018-2025, salta a la vista un crecimiento acelerado, interrumpido solo por la pandemia de 2020.
“La asistencia prácticamente se duplicó de 15 mil a 30 mil en un año, y luego se triplicó a más de 80 mil en 2023. La derrama pasó de unos cuantos millones de pesos en 2018 a cientos de millones de pesos y decenas de millones de dólares en las últimas ediciones”, indica un análisis.
Rosarito pasó de ser conocida principalmente por sus tradicionales fiestas de primavera (Spring Break) a ser sede “del festival de reguetón más grande del mundo”, como lo han llamado algunos medios.
La reflexión que hacen algunos analistas sobre el futuro de este gran evento mantiene grandes expectativas, pero también grandes retos.
“El Baja Beach Fest se ha convertido en un caso de éxito de turismo musical en México. Genera empleos, llena hoteles, activa restaurantes, y proyecta una imagen positiva (juventud, playa y música) de Baja California en el extranjero. Al mismo tiempo, obliga a la ciudad a elevar sus estándares en manejo de eventos masivos. El balance hasta ahora es muy favorable económicamente, con la salvedad de las áreas de mejora”, indican las reflexiones.