Rosarito
Muere otro forjador de Rosarito, pionero del patronato DARE

Como un caballero en toda la extensión de la palabra, culto, participativo, de arraigo y compromiso social por su comunidad, así recuerdan amigos y familiares al ingeniero Rubén Oliva Ainza, fallecido recientemente, a sus 88 años de edad.
El madrugador Armando Ramírez Muñoz lo recuerda también como pionero y líder moral del DARE, junto a su inseparable amigo Víctor Padilla Macias (qepd).
“No solo apoyó al DARE junto al colega Víctor, que fueron los que me invitaron, sino que después el ingeniero Oliva se convirtió en mi líder moral y consejero, él me daba las pautas a seguir para no desmayar y seguir creciendo, pero, sobre todo, mantener y fomentar esta labor tan preciosa de alejar a los niños de las drogas”.
A diferencia de otros personajes que gustan de acaparar reflectores, Rubén Oliva prefirió realizar trabajo social en silencio, por iniciativa propia o dentro de grupos sociales como Madrugadores del que formó parte.
“En la participación de los grupos siempre se mantenía alejado de los reflectores, pero dando muchísimo apoyo a todos esos grupos, DARE, Madrugadores, rotarios. Todos le guardamos una gran admiración y respeto. Nos duele mucho su partida”, expresó Armando Ramírez.
Por su parte, la también madrugadora Norma Gutiérrez Espinoza lo recuerda como un hombre afectuoso, amante de la cultura, de lenguaje pulcro, noble, divertido y amante del buen vino.
La madrugadora Maritza Cisneros Orci, lo recuerda como un hombre de palabra, profesional y siempre dispuesto a ayudar.
Rubén Oliva Ainza fue pionero en el patronato DARE y siempre mostró una gran preocupación por el problema de las adicciones en niños y jóvenes, por lo que trabajó incansablemente en la promoción de una cultura antidrogas, siendo el 12 galardonado con el premio al Forjador del Año.