Rosarito
Las mujeres un sector de suma importancia en la lucha por la municipalización: Norma Gutiérrez Espinoza

“Hugo Torres tuvo mucha visión de sumar al proyecto de la municipalización a mujeres, porque somos más sensibles a la problemática de la necesidad de servir, y así fuimos caminando poco a poco, y nos fuimos a trabajar voluntariamente porque nunca hubo sueldo ni capital, y nos íbamos a tratar de convencer a la gente que ya era tiempo de solicitar el cambio al Gobierno, fueron muchos años, muchas diferencias que tuvimos porque era una población muy machista, por ser una área campirana así que las mujeres no salían de sus casas”.
Así lo expresó, Norma Gutiérrez Espinoza, mujer empresaria desde hace 35 años en la Zona Centro de Rosarito, ella con su familia proveniente de Mexicali, se enfrentó a un panorama desolador debido a diferentes dificultades como ama de casa, pues Rosarito solo poseía una vialidad de terracería peligrosa, carecía de servicios públicos básicos, como drenaje y agua potable y en aquel entonces solo tenía una escuela primaria, a pesar de que Rosarito, era una delegación económicamente redituable, pero a las autoridades de Tijuana no les convenía perder los impuestos que generaba esta delegación.
“Conocí a Hugo Eduardo Torres, quien era un hombre muy visionario y siempre sumaba a trabajar a la gente que por alguna razón o situación tenía ciertas cualidades o tiempo disponible, él involucraba a la gente a trabajar y me invitó a participar en el Grupo Madrugadores y el Comité Pro Municipio en 1983, entonces ahí en las reuniones aprendí lo que era tener organizada una ciudad y afortunadamente teníamos una comunidad muy participativa. pero que no avanzaba en el sector empresarial, así que Hugo Torres, insistió en crear una comisión para trabajar en la búsqueda de la independencia”.
Norma Gutiérrez, recordó que entre las primeras mujeres sumadas a esta comisión se encontraba la señora María Elena Salazar de Martínez con quien empezó a trabajar en diversas labores dentro de la política social.
“Era difícil que nos aceptarán los varones pero continuamos y ese movimiento de la municipalización por experiencia propia sé que fue gracias a las mujeres porque poco a poco sumamos a las mujeres, amas de casa, quienes crecimos en opinión y en convencer a las familias del municipio, y gracias a eso creció el movimiento”.
Resaltó que la actividad popular era pobre y descuidada porque Rosarito dependia de Tijuana, “fue un movimiento de lucha verdadero, porque realmente teníamos necesidad porque queríamos vivir mejor, pues no había hospital, escuelas suficientes, no teníamos más que una sola carretera y el transporte era insuficiente”.
Gracias al apoyo de su esposo, la señora Norma pudo seguir en el movimiento de la municipalización, esto debido a la compresión y empatía de su esposo, quien participó en el Movimiento Estudiantil de 1968 en la Ciudad de México y también era parte de la lucha por la municipalización. “Mis hijos siempre anduvieron conmigo en los desfiles o manifestaciones, yo nunca tuve problemas en casa porque toda la familia estaba involucrada y así sumamos a otras familias”.
Recordó cómo en medio de la lucha por la municipalización, también tuvieron que emprender otras causas sociales como la expropiación de la tierra, y otros problemas sobre la regularización y tenencia de la tierra, sin embargo, eso les daba más ímpetu para luchar.
“Los gobernantes de diferentes partidos querían seguir controlando los ingresos económicos de Rosarito, para enviarlos a sus colonias proletarias donde tenían dominio político y tampoco querían invertir en Rosarito, porque era una delegación pero económicamente redituable para el gobierno de Tijuana”.
Señalò que el mismo gobierno frenaba la labor política y electoral del Comité, hasta perseguirlos en patrullas, por ser supuestamente simpatizantes del PRI que era uno de los principales partidos y el PAN estaba queriendo sostenerse en el gobierno.
“Osuna fue uno de los principales opositores de la municipalización y todos los panistas de aquella época, como Antonio Macias, Silvano Abarca, todos los panistas de aquí estaban saboteando nuestro trabajo y resultó que cuando nos municipalizamos fueron los primeros en gobernar gracias a la voluntad jurídica de Ruffo Appel, yo los acepte con mucha entereza pero así fue los gobiernos que estaban en el poder no querían la municipalización de Rosarito”.
Norma Gutiérrez, reconoció la labor que realizan los miembros del Comité Pro Municipio, al llevar pláticas a los centros educativos, pues por la edad avanzada de estos miembros, su fuerza no da para estar activos en otras consultas, movimientos o manifestaciones. “La labor que hacen es de suma importancia porque están concientizando a las nuevas generaciones de realmente sentir arraigo del lugar en donde viven”.
Finalizó señalando que es importante que los jóvenes respeten y cuiden la ciudad porque la lucha por la municipalización fue un movimiento por un municipio modelo y ordenada, lamentablemente ha crecido de manera desordenada donde la mayoría de los funcionarios no tienen arraigo, pertenencia ni conocen Rosarito, por eso no se involucran en el desarrollo de la ciudad de manera responsable.