Rosarito
Controversia por resultados de exámenes de confianza

Si el rango de error de los exámenes de control y confianza es correcto, 2 o 3 policías reprobados deberían seguir en la corporación y viceversa, 2 o 3 que siguen dentro deberían estar fuera.
Es la reflexión que hacen ciertos policías aprobados en medio de la controversia por los resultados de la evaluación que dejó fuera por el momento a 93 policías municipales, entre activos y comerciales.
Al tiempo que los denunciantes salieron en defensa de ese 10% que reprobó a pesar de merecer estar en la corporación, también lamentaron que el otro 10% haya aprobado a pesar de no merecerlo, sin contar con aquellos elementos que no se presentaron a los exámenes.
Entre estos elementos se encuentran varios jefes policiacos que sorpresivamente se ausentaron de la corporación para evadir los exámenes, ya sea por incapacidad o vacaciones.
Uno de ellos con múltiples acusaciones de corrupción y una trayectoria plagada de señalamientos.
Aunque las autoridades aseguran que estos elementos deberán presentar los exámenes una vez que se reintegren, los policías aseguran no saber nada de ellos.
“Que casualidad que se fueron de vacaciones o incapacidad cuando iniciaron los exámenes. Hay uno que ese se perdió desde que nos desarmaron, no se sabe si está incapacitado, de vacaciones o de permiso. A ellos los deberían dar de baja por evadir los exámenes. Hay otros que no deberían haberlos reprobado”, expuso un agente.
Por otro lado, policías que han demostrado tener una buena trayectoria en la corporación, han sido suspendidos por observaciones menores que pueden ser subsanadas.
“La verdad hay dos o tres elementos que no deberían haber reprobado, quizás tengan algún problema físico y no pudieron comprobar algo, pero no para que los corran”, expusieron.
De acuerdo con autoridades policiacas, los únicos elementos que quedarán exentos de asistir a presentar los exámenes de confianza son los 5 jubilados, porque ya no están en activo.
Los resultados llegaron como balde de agua fría en esos pocos policías que reprobaron sin merecerlo, cayendo en el desánimo y la depresión.
Otros más fuertes han decidido no darse por vencidos y ya preparan recursos legales para tratar de solventar las observaciones o para demandar al Ayuntamiento por lo que consideran irregularidades en el proceso de suspensión.