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Adaptarse o desaparecer: reanudan paseos en calandrias sin caballos

Tras la implementación de la iniciativa que prohibió el uso de caballos para jalar calandrias, los trabajadores que dependen de esta actividad turística se vieron obligados a buscar alternativas para mantener su fuente de ingresos y subsistir.
Adaptarse o desaparecer, fue el dilema que enfrentaron. Después de varias semanas de estar sin trabajar, decidieron retomar su actividad, pero ahora en calandrias jaladas por una “cuatrimoto”.
Ante la falta de alternativas, los prestadores de este servicio turístico dieron por terminada una tradición rosaritense, con sentimientos de tristeza y desilusión hacia los promotores de la iniciativa, pues aseguran que nunca hubo maltrato animal, y que nunca se realizaron consultas ni inspecciones previas para documentar posibles casos de maltrato animal.
Sostienen, en cambio, que los caballos usados para jalar las calandrias siempre estuvieron en buen estado de salud y en condiciones dignas.
Cabe recordar que esta iniciativa fue aprobada en febrero de 2024 por el Congreso del Estado, propuesta por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda como respuesta a la muerte de un caballo por agotamiento mientras jalaba calandrias en Ensenada.
Con esta iniciativa se modificaron leyes en materia de movilidad y protección animal para prohibir el uso de animales como transporte de arrastre en general.
“Hoy en día es necesario explorar y promover alternativas sostenibles de transporte que respeten a los animales y al medio ambiente, como es la implementación de tecnologías modernas en el transporte público”, argumentó en su momento la gobernadora.
Aunque en un principio se habló de brindar alternativas laborales a los afectados e incluso apoyo para la adquisición de vehículos de tracción para jalar las calandrias, nada de eso se ha cumplido.
Los afectados adquirieron por su cuenta el vehículo que ahora utilizan para jalar las calandrias. “De nosotros no va a quedar. Tenemos que seguir trabajando para llevar alimentos a nuestras casas”, comentaron.
Hasta el momento, las cuatrimotos no han generado grandes expectativas, ya que los caballos eran, sin duda, el principal atractivo para los turistas. Sin embargo, ellos confían en que la demanda de paseos aumente conforme los visitantes se adapten y se familiaricen con el uso de vehículos en lugar de caballos