Rosarito
Siguen los escurrimientos de aguas negras en la desembocadura del arroyo Huahuatay

Terminado el Tianguis Turístico, queda la realidad de la crisis turística, las extorsiones policiacas y la contaminación de las playas.
Los pestilentes escurrimientos de aguas negras en la desembocadura del arroyo Huahuatay vuelven a generar quejas de los pocos turistas que se observan en esa zona de la playa.
Mientras las autoridades de la CESPT anuncian inversiones en mega plantas tratadoras y colectores, los escurrimientos de aguas negras en el arroyo Huahuatay siguen sin ser atendidos.
Todos los días surgen quejas de personas que tienen dificultades para cruzar de un lado a otro de la playa debido al arroyo de aguas negras que la divide.
Ni las piedras que colocan ni las llantas son útiles de manera permanente, pues son arrastradas tan pronto como llegan las marejadas altas.
Unidades de bomberos y salvavidas se ven constantemente ayudando a la gente a cruzar el arroyo.
A la fecha, ninguna autoridad ha planteado alguna propuesta para atender este problema.
Incluso funcionarios de la CESPT ignoran de dónde proceden los escurrimientos y solo presumen que pueden ser derrames clandestinos domiciliarios.
Mientras tanto, residentes y visitantes corren el riesgo de contraer infecciones cuando se mojan los pies al cruzar este arroyo o incluso aquellos que se bañan en el mar cerca de los escurrimientos, pues se trata de aguas crudas que llegan al mar.