Rosarito
Preocupa la tala de árboles en terrenos en desarrollo y construcción

En la Zona Centro, donde anteriormente se ubicaba un restaurante de gorditas, ha comenzado la construcción de edificios, además de la remodelación de la fachada de algunos comercios y negocios. Este proceso de modernización está transformando la imagen de la ciudad, pero también ha generado preocupación entre ambientalistas por la preservación de los árboles.
Ya que en este proceso de desarrollo urbano, muchos árboles corren el riesgo de ser talados sin un manejo adecuado, lo que ha llevado a un grupo de ambientalistas a mantenerse alerta para evitarlo. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre el destino de estas áreas verdes.
Cabe destacar que, en el pasado, miembros de la comunidad han tomado la iniciativa de preservar árboles trasplantándolos por sus propios medios a lugares seguros. Un caso recordado es el de la colonia Villa Floresta, donde, debido a su desarrollo, varios árboles fueron reubicados. Entre quienes participaron activamente en este esfuerzo se encuentra el fallecido Don Lupe Pérez, quien trasladó varios ejemplares al Rancho Huacatay tras su remoción del área donde hoy se ubica Office Depot.
Ante el crecimiento urbano de la ciudad, es fundamental establecer un plan municipal que garantice la protección de los árboles, especialmente aquellos ubicados sobre los bulevares. También se propone su “adopción” para asegurar su conservación en este periodo de renovación de la ciudad.
Por otro lado, la activista Marisol Montaño, presidenta de la asociación civil Hagamos Conciencia, hizo un llamado a la comunidad para organizarse entre vecinos y proteger los árboles y espacios verdes. Destacó la importancia de la reforestación, ya que los espacios verdes son esenciales para la generación de oxígeno, especialmente en zonas donde la urbanización avanza rápidamente.
Finalmente, se exhorta a las autoridades municipales a tomar un papel más activo en la vigilancia y conservación del arbolado urbano, ya que, la falta de atención en temas ambientales, como la contaminación del Cañón Rosarito, refleja una postura de indiferencia que debe cambiar para garantizar un desarrollo más sustentable.