Rosarito
Pablo Soto nos dejó su honestidad, constancia y sus obras

Por Juan Pablo Sebastián
“El Club Rotario perdió un gran elemento, pero la constancia, honestidad y las obras de Pablito Soto quedarán por siempre”, así definió Bernabé Hernández Armas el legado del rotario Pablo Soto Avalos, quien perdió la vida el pasado 13 de mayo por añejo padecimiento, ajeno a la pandemia.
El ex presidente del Club Rotario Playas de Rotario destacó la trayectoria de quien fuera un gran luchador social, activista y hombre de sobrada generosidad y altruismo.
Se le atribuye enorme colaboración a las diferentes obras que encabezó el Club Rotario en beneficio de la comunidad rosaritense, entre éstas la creación de la escuela en el poblado Mauro Guzmán, el jardín de niños Club Rotario de la colonia Echeverría y la escuela secundaria de la colonia Lucio Blanco.
También tuvo una participación muy activa en las luchas por la municipalización y por la defensa de la tierra, así como en innumerables proyectos en beneficio del bienestar y la salud de la población rosaritense.
Adoptó además otras banderas sociales como Presidente del Consejo Directivo de la Cruz Roja y presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Rosarito.
Una publicación sobre Pablo Soto indicó que “su bigote le perteneció a Rotarios y su corazón a la Cruz Roja”.
“Nos deja su ejemplo de constancia como rotario, que siempre se distinguió por su participación en todas las obras que realizamos para Rosarito en las convenciones en el Estado y en el país.
Un hombre muy activo. Estuvo tres veces como Presidente del Club y participó en casi todas las mesas directivas. Su última labor dentro del comité fue como tesorero hasta hace menos de un año, pero lo más importante fueron las obras que dejó.
Por ello, Rotary pierde un gran elemento, muy sencillo y muy honesto. Nos duele su pérdida, pero deja un legado y un gran ejemplo, porque las obras no se olvidan”, señaló el también promotor del deporte y de la prevención de adicciones.