Nacional
El PRIAN ha muerto… ¡Pero, nace el PRIMORE!
Tomado de Milenio
Es evidente que Anaya y los del PRI no comparten ya el propósito de constituir otra “mafia del poder” para seguir gobernando a sus anchas.
Digo, el aspirante panista a la presidencia de la República ha avisado de que Enrique Peña pudiere acabar con sus huesos en la cárcel por poco que la futura Fiscalía de la nación -así de independiente y autónoma como va a ser- meta las narices en sus transacciones y llegue a probar que el hombre cometió gravísimos delitos.
Exagera un poco, el joven maravilla, al profetizar castigos desde ya, siendo que compite meramente para llegar a jefe del Ejecutivo: o sea, que si gana la carrera, no tendrá de todas maneras atribuciones para dictar los procederes del Poder Judicial.
Pero, caramba, la advertencia es muy clara y muy poco amistosa, qué duda cabe (y, claro, nos falta todavía ver a las huestes del candidato blanquiazul bramando “Lock him up! Lock him up!” en los mítines de la próxima campaña: un detallito, nada más).
Pero, entonces ¿cómo se sienten los priistas, qué piensan, qué van a hacer? Por lo pronto, deben intentar que su candidato sobrepase al otro en las preferencias de los votantes.
Si Anaya cae a ese tercer lugar que ocupa actualmente José Antonio Meade, entonces las elecciones no estarán aún ganadas pero podrán respirar tranquilos porque Obrador, que anda en plan desaforadamente perdonavidas, no va a enjaular a nadie ni a exigir cuentas ni a tomar venganza por agravios pasados, así sea que en su momento denunciara que le robaron la presidencia perpetrando el mentado “fraude”.
Ahora bien, el tema es complicado: el populacho está enardecido y colérico. La plebe (de este término se deriva plebiscito y ahí nadie dice nada ¿verdad?) no sólo ha dejado de amar al PRI sino que su resentimiento es tan descomunal que Meade, llevando los colores del partido, no podrá en momento alguno aparecer más que como el representante directísimo del denostado “sistema”.
Queda, luego entonces, una segunda opción: que gane Obrador.
El plan se implementará cuando el PRI, sin posibilidad alguna ya de ganar, se haya visto obligado a quemar las naves. Allí nacerá el PRIMORE, la nueva mafia. No me digan que no es un escenario primoroso.