Mosaiquistas de diez países concluyen simposio en CEART Rosarito

Con una exposición colectiva “Migrar es vivir: fragmentos de un relato colectivo”, concluyó el Segundo Simposio Internacional de Mosaico en Baja California, realizado en el Centro Estatal de las Artes (CEART) Playas de Rosarito del 2 al 13 de junio, como parte de las actividades que impulsa la Secretaría de Cultura de Baja California, encabezada por Alma Delia Ábrego Ceballos.

El simposio fue organizado bajo la coordinación de Marco A. Nuño Sánchez, titular del recinto, en colaboración con el valioso esfuerzo de todo el equipo de Casa Valencia Mosaico, con la dirección artística de Aida Valencia, artista mexicana, y Giulio Menossi, artista proveniente de Italia.

Durante dos semanas, el CEART se convirtió en punto de encuentro para trece artistas internacionales provenientes de países como Italia, Inglaterra, Japón, Brasil, Australia, Turquía, Canadá, Rusia, Argentina, México y Estados Unidos, quienes desarrollaron piezas en tiempo real inspiradas en el eje temático “Género, Cultura y Migración”, así lo comentó Nuño.

La exposición fue inaugurada por Ericka Guerrero Camacho, Coordinadora de Gestión en Servicios Culturales del Instituto de Servicios Culturales de Baja California, quien expresó: “Nos sentimos profundamente orgullosos de este grupo de artistas que representan el mosaico a nivel internacional. Hoy dejan una huella muy importante en el estado de Baja California con las piezas que forman parte de esta muestra.

Desde la Secretaría de Cultura, destacó el respaldo de todo el trabajo, esfuerzo y compromiso por colocar el arte del mosaico como una técnica actual y contemporánea y agradeció la participación de cada uno de los artistas especialistas en el arte musivo.

Mediante el texto de sala de la exposición, la museógrafa Melissa Quintero compartió: “Migrar es vivir: fragmentos de un relato colectivo, invita a reflexionar sobre la migración como una experiencia vital, íntima y transformadora. 

Las piezas presentadas narran historias de desplazamiento, memoria, cuerpo y territorio. Cada fragmento musivo es una metáfora del viaje humano, de la reconstrucción de identidad y del deseo de pertenencia. Este simposio no solo construye arte: construye puentes entre culturas, generaciones y emociones”.