Por Juan Pablo Sebastián
Al estilo de la delincuencia y en pleno desafío a las autoridades, trabajadores de Gerardo Terán volvieron a cerrar con basura y escombro el acceso a Quinta Plaza, que los locatarios habían liberado un día anterior en atención a una orden de Protección Civil.
El acceso duró abierto apenas unas cuantas horas, pues tan pronto los locatarios de retiraron, los hombres al servicio de Gerardo Terán esperaron la noche y madrugada para volver a bloquearlo con escombro y basura.
Como viles delincuentes, los trabajadores dañaron la máquina retroexcavadora para evitar que los locatarios volvieran a retomar el acceso.
Cortaron las líneas del sistema hidráulico y echaron espuma en el mofle y la transmisión, dejando prácticamente inservible la máquina que los locatarios habían utilizado para liberar el acceso y demoler la jardinera.
Por estos hechos, los locatarios anunciaron que interpondrían una nueva denuncia ante el Ministerio Publico en contra de Gerardo Terán, a quien responsabilizan de los daños que sufrió la máquina y la contaminación del suelo, por el aceite que escurrió al cortar las mangueras.
En el lugar de los hechos se observan charcos de aceite y combustible que se derramó de la máquina, lo que representa un riesgo por estar junto a una gasolinera.
La intervención de los locatarios fue en atención a la orden de Protección Civil que les autorizó llevar a cabo las labores de limpieza y demoliciones necesarias para despejar el acceso.
Este con la finalidad de mantener despejado el acceso y salida para las unidades de emergencia y evacuación en caso de contingencia, toda vez que se encontraban obstruidas por un montacargas, una jardinera y costales que trabajadores de Gerardo Terán colocaron junto a la gasolinera.
Protección Civil determinó que el cierre de este acceso representaba un obstáculo para la atención oportuna de emergencias, sobre todo para la gasolinera que requiere contar con salidas de emergencia adecuadas para el desfogue de vehículos.
Para llevar a cabo la liberación del acceso, los locatarios contrataron maquinaria pesada y personal, pero una vez más enfrentaron resistencia de los trabajadores de Gerardo Terán, quienes formaron vallas humanas para evitar las maniobras de las máquinas.
Los ánimos se caldearon y llegaron al punto de producirse enfrentamientos a pedradas entre trabajadores de ambos bandos, provocados por los trabajadores de Gerardo Terán quienes comenzaron a colocar tablas con clavos para ponchar las llantas de las máquinas.
A su vez, los trabajadores contratados por los locatarios iban quitando las tablas hasta que llegó el punto en que respondieron a las agresiones físicas y pedradas que iniciaron los del bando contrario.
En medio del zafarrancho, un perro que llevaban los opositores para defenderse, terminó mordiendo a uno de los suyos.
El resultado terminó en la detención de un trabajador de Gerardo Terán.
Esta diligencia de los locatarios es independiente a las demandas que han interpuesto en contra de Gerardo Terán por los abusos y despojos que algunos han sufrido de sus locales.
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