Por Juan Pablo Sebastián
En su propia casa ubicada en la calle Isla Coronado de la colonia Lomas de Coronado, el chofer de taxi intermunicipal de la ruta Rosarito-Tijuana (centro), Valente Márquez Bravo, de 49 años de edad, fue robado y brutalmente asesinado la noche del lunes 19 de noviembre.
Alrededor de las 7 de la noche su hermano José Alberto lo encontró tirado en la cocina, envuelto en plástico negro y con un cable atado al cuello.
A simple vista se le apreciaba un golpe en la cabeza y en el cuello tenía un palo de madera que presumiblemente sus agresores usaron como torniquete para dar vuelta al cable y estrangularlo.
Las primeras versiones indicaron que traía puesta ropa de trabajo, pues según conocidos, en sus ratos libres realizaba trabajos de herrería y soldadura, principalmente para unidades de sus mismos compañeros a las cuales instalaba asientos.
Los homicidas subieron cuanta herramienta pudieron al taxi del occiso y huyeron presumiblemente rumbo al bulevar 2000.
Al día siguiente, la unidad robada marcada con el numero económico ROO-O2 fue encontrada totalmente quemada por el rumbo de La Presa en Tijuana.
Los compañeros taxistas apenas pudieron reconocerla por el número económico.
La tragedia conmocionó ahora al sector transportista por la inseguridad que reina en Rosarito.
Todos identificaron a Valente Márquez Bravo como un hombre sumamente trabajador, responsable con su trabajo y sin ningún antecedente delictivo.
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