Por Delia Ruelas
Sin importar arriesgar su vida, ya que no sabe nadar, la joven Rubí Rodríguez Santiago se lanzó a la alberca y como pudo rescató a una niña que se estaba ahogando.
La joven de tan solo veinte años de edad se ha convertido en toda una heroína, por su hazaña, pues se lanzó a la alberca donde la menor estaba sola sin la supervisión de algún adulto o familiar cercano.
Fue la tarde del domingo 15 de julio cuando Rubí, quien se desempeña como cajera del Hotel Rosarito, había terminado de comer y al pasar por la alberca observó como la niña pataleaba y tiraba manotazos asustada.
Fue la intuición de madre lo que permitió a Rubí meterse a la alberca de forma sorpresiva y espontánea. Ni siquiera pensó en quitarse los zapatos y el uniforme de trabajo para rescatar a la niña de tan solo cuatro años de edad.
“Yo lo hice por humanidad, sin saber nadar me lancé porque mire el sufrimiento en la cara de la pequeña. Sí me arriesgue, pero no me importó solo quería sacar a la niña de la alberca”.
Ahora la próxima meta de la joven heroína es aprender a nadar ya que logró comprender la importancia de esta actividad.
Jóvenes así son los que ocupa la comunidad, héroes anónimos y en servicio a la comunidad, acto que fue aplaudido por el director del Hotel Rosarito, Hugo Torres Chabert.
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