Por Juan Pablo Sebastián
En tragedia terminó un paseo de trabajadores de discotecas y restaurantes, en su mayoría jóvenes, cuando el camión en el que viajaban de regreso a Rosarito se volcó en el entronque del Bulevar Popotla y Bulevar 2000, la noche del martes 8 de junio.
Siete tripulantes resultaron muertos y cerca de 30 heridos, seis de ellos fueron reportados graves.
Al menos 16 lesionados fueron trasladados por las unidades de emergencia de Rosarito y Tijuana a diferentes hospitales y clínicas públicas y privadas, tanto en Rosarito como en Tijuana.
Los jóvenes son trabajadores de las discotecas Bombay, Cocobeach, Botanero 21, así como de mariscos El Caimán y Rey de los Cantaritos.
Habían ido de paseo a un balneario en Tecate organizado por sus empresas y regresaban a bordo de un autobús particular perteneciente a la empresa “Coordinadora de Viajes Turísticos” con número económico 07 y placas de circulación 05RA1X, cuyo chofer se dio a la fuga.
De acuerdo con testimonios de algunos lesionados, el chofer de la unidad circulaba a exceso de velocidad procedente del bulevar 2000 y al tratar de incorporarse al bulevar Popotla, no pudo frenar y cruzó hasta el carril contrario donde se volcó, cayendo hacia un predio baldío.
Al menos 10 trabajadores pudieron salir por cuenta propia a través de las ventanas.
“Fui la primera que salí por la ventana, que estaba desprendida, mi esposo también logró salir pero otros compañeros quedaron atrapados”, sostuvo Daniela Balcázar quien fue de las pocas afortunadas que resultó ilesa, solo con golpes menores y el trauma que esa noche no podía superar al ver las escenas de dolor de sus compañeros tirados en la calle y otros atrapados dentro del autobús.
Su esposo resultó con golpes y sangrado
Ante la gran cantidad de lesionados, las unidades de la Cruz Roja y bomberos de Rosarito tuvieron que solicitar refuerzos de Tijuana, tanto de la Cruz Roja, como de servicios particulares, protección civil de Tijuana y una unidad de rescate Ensenada.
“Mi amigo quedó atrapado en el baño, lo mire cuando entró y poco después el camión se volcó. Ya no supe nada de él y no lo he visto afuera”, comentó otro tripulante.
El equipo de rescate de bomberos tuvo que poner a prueba sus conocimientos y habilidades para sacar a los cuerpos que quedaron atrapados en el interior del autobús.
Con la ayuda de maquinaria abrieron la estructura metálica de la parte posterior y de un costado de la unidad.
En el interior encontraron a siete cuerpos sin vida, pero no pudieron sacarlos hasta que el Ministerio Publico acudió a dar fe de las muertes, labor que culminó cerca de las 5 de la mañana del día siguiente.
Afuera, los llantos de dolor y lamento de familiares y heridos se escuchaban por todos lados.
Una madre se desvaneció cuando llego a buscar a sus dos hijas y solo encontró a una con vida.
Voluntarios, vecinos y automovilistas se detuvieron para tratar de auxiliar a los heridos en lo que ha sido hasta ahora la peor tragedia automovilística en Rosarito de los últimos años.
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