La clausura de un bar con espectáculo nudista del Bulevar Popotla desató una nueva controversia en la Dirección de Inspección, Verificación y Ordenamiento de Vías Públicas.
Más allá del motivo de la clausura, la polémica se centrará en la reapertura, pues a decir de funcionarios municipales, en Rosarito no existen permisos para este tipo de establecimientos.
Esto quiere decir que el negocio ha venido operando sin permiso durante todo este tiempo.
Disfrazado de café cantante, el negocio operaba a amparo de las autoridades municipales en turno como stripper club, sin ser molestado durante años.
Pese a no estar permitido, una unidad móvil anunciando un negocio con espectáculo nudista recorre la zona turística los fines de semana en busca de clientes.
Pero el mayor escándalo que sacudió a la Dirección de Inspección y Verificación en los últimos días fue la clausura de refrigeradores en licorerías que pagaban “moche” a inspectores para operar más allá de los horarios permitidos.
Una de ellas ubicada en plena zona turística fue multada por el mismo inspector que acudía a recoger el dinero de las extorsiones.
Este negocio pagaba hasta 500 dólares al mes a los inspectores para operar en horarios no permitidos.
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