Por Delia Ruelas
Debido a complicaciones en su salud falleció la conocida empresaria y promotora turística Rosa María Plascencia Díaz, a la edad de sesenta y cuatro años, la madrugada del sábado 9 de noviembre en la ciudad de Tijuana.
Sus restos fueron velados en la Funeraria San Gabriel y la mañana del lunes 11 de noviembre se le realizó una misa de cuerpo presente en la iglesia católica Nuestra Señora del Rosario de Fátima, donde estuvieron presentes familiares y amigos.
Al terminar la ceremonia religiosa el féretro de la empresaria fue trasladado a Puerto Nuevo donde fue despedida por varios de sus compañeros en lo que fue por varios años su fuente de trabajo, para después ser sepultada en un panteón de Tijuana.
La empresaria restaurantera fue presidenta de la Asociación de Restauranteros de Puerto Nuevo, la primera mujer en dirigir el Consejo Consultivo de Desarrollo Económico, además de Consejera del Comité de Turismo y Convenciones de Playas de Rosarito; en dos ocasiones Presidenta del Consejo Coordinador Empresarial de la ciudad, así como regidora en dos ocasiones.
Su muerte fue sorpresiva debido a que había presentado mejoras en su salud, sin embargo presentó un cuadro de trombosis y lamentablemente no resistió a una cirugía.
La promotora nació en Ensenada el 16 de diciembre de 1954, fue la segunda hija del matrimonio de José Plascencia y Susana Díaz, forjadores y creadores de la receta de la langosta Puerto Nuevo, platillo que le ha dado identidad a la gastronomía de Baja California y renombre internacional al Rosarito. Estudio la carrera de Oceanología en la Universidad Autónoma de Baja California en el campus de la ciudad de Ensenada.
Dedicó gran parte de su vida en promover acciones a favor de Puerto Nuevo, siendo parte de la segunda generación de los creadores del platillo de langosta con frijoles, arroz y tortillas. Orgullosa de sus raíces, llevo con elegancia y gallardía su herencia culinaria a diversas partes de México y Estados Unidos.
Siempre al servicio de la comunidad vivió una vida llena y apasionada, guerrera y trabajadora, siempre al servicio de su comunidad. Desde muy joven estuvo al frente de numerosos proyectos en pro de la conservación ambiental, reina de belleza, maratonista fundadora del Medio Maratón Rosarito-Puerto Nuevo.
Fiel promotora social, como siempre se caracterizó, fue vista públicamente tres días antes de su muerte en una reunión de empresarios, inmobiliarios, y autoridades del Ayuntamiento durante una plática donde se trató el tema de la movilidad, en la cual se le vio participativa como era su esencia, al final de la reunión también se le vio saludando a los asistentes sin aparentar dolencias o algún padecimiento.
Le sobreviven sus hijas Yazmin y Haydel, sus nietas Rosa Natalia y Colleen Rose, y sus hermanas Elvira y Susana Plascencia.
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